Alineaciones
Valencia: 1. Daniel 3.Francisco 5. Jesus 7. Carler 8. Enrique 10. Martín 14. Jose. También jugaron el resto de jugadores: 2. Sergio 6. Alejandro 11. Jose M. 12. Marcos 13. Marc
Milán: 1. Elía 5. Francesco 6. Almamy 8. Abebe 12. Luca 13. Sebastiano 14. Omar. También jugaron: 4. Federico 7. Christian 9. Nicolo 10. Nicholas
Goles: 1-0 Enrique 2-0 Enrique 3-0 Enrique
Para la final de la Íscar Cup 2014 tuvimos choque de estilos, por un lado el Valencia, equipo de talento y con juego de toque y precisión y el Milán, con un estilo tipicamente italiano, físico, defensivo, búsqueda del contraataque y destructivo. La vieja clásica del fútbol y de cualquier deporte, talento contra físico. En esta ocasión el talento pudo al físico y la copa de la Íscar Cup viajó a Valencia que consigue su segundo trofeo tras ganar la primera edición en 2011.
Comenzó el primer partido con un toma y daca entre los dos equipos, falta para el Milán que paró Daniel, tiro de fuera de los delanteros ches que acaba en las manos del portero italiano... la primera ocasión clara nos vino de una falta del centrocampista valenciano Jesús, que por poco coloca entre los tres palos, al poco el Milán respondía con otra falta a la que le quedó poco para subir el marcador, el nivel y el derroche físico de talento se notaba en el ambiente de dos equipos que jugaban por llevarse el trofeo para su casa. Buscando mayor toque de balón el entrenador del Milán metió Christian y Nicholas, los jugones del equipo italiano y que ya habían decidido unos cuantos partidos, pero en esta ocasión los buenos planteamientos defensivos del Milán pararían sus brotes de talento. A los pocos minutos para llegar al descanso, el equipo valenciano se adelantó en el marcador, Enrique de mano de una jugada grupal y tras pase de su compañero Jesús con sus compañeros metería el primero de sus tres goles. Desde el banquillo ché uno de los entrenadores nos declaró, le vamos a meter tres. No pudo ser más profético.
La charla de los dos equipos en el descanso fue la búsqueda de sus puntos fuertes y la contraposición de los del rival, en el del que podríamos decir el equipo local, al ser el representante español, el Valencia C.F buscaban contraponer la amenaza física que suponían alguno de los jugadores italianos con un esfuerzo grupal y en ataque seguir basándose en los puntos fuertes que habían llevado al equipo a la final, posesión, compañerismo y talento.
Y parece que los puntos fuertes de esta charla tuvieron su efecto, el Valencia salió más rodado que sus rivales y tras varios minutos, volvería a adelantarse en el marcador gracias a un esfuerzo del grupo que acabaría con un tiro de Enrique dentro de la portería italiana. Pero la final no acababa aquí, todavía quedaban unos cuantos minutos por jugar y el Milán se aferraría a sus puntos fuertes que le habían conseguido una plaza en la final: Almamy, jugador más alto del partido, pasó de central a delantero del Milán para aprovechar su físico en búsqueda de goles para la causa, además de las jugadas a balón parado que ya le habían dado sus frutos. Pero en esta ocasión no conseguirían nada gracias al buen nivel defensivo de la zaga valenciana y de su guardameta, que consiguieron dejar su portería a 0. Pero todavía quedaba un gol, para cumplir la profecía de su entrenador y redondear un hat-trick, Enrique dio su tercer zarpazo a la portería italiana y dejaba el partido sentenciado para su equipo. En los últimos minutos y con un Milán que ya no buscó más la portería, los entrenadores del Valencia quisieron compensar el esfuerzo de todos sus jugadores a lo largo del campeonato y rotaron el banquillo para que jugaran la final todos sus jugadores. Con el pitido final se unió todo el equipo eufórico ante los aplausos de los asistentes al partido.
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