miércoles, 3 de septiembre de 2014

"Somos diferentes en las redes a como lo somos en la vida real" Gerardo Tece

gerardo tecéQuiero que olvides todos tus problemas del día y te concentres palabra a palabra en la situación que te quiero mostrar: Imagínate que te inventas un personaje y le regalas una cuenta de Twitter, en la cual él, habla de los problemas de actualidad de una forma irónica y dónde miles y miles de personas le siguen. Una persona normal en la que entre sus seguidores se encuentran famosos como Jordi Évole y entre sus detractores personas como Bisbal. Ahora quiero que vuelvas y leas las impresiones del causante de estas emociones, si señores, toca hablar con el creador de Gerardo Tecé.


¿Definirías a tu personaje como un reflejo de tu personalidad?

Sí. El personaje soy yo. Pero a la vez es un personaje porque se mueve en un ámbito, las redes sociales, en el que todos lo somos. No podemos mirarnos, ni tocarnos, ni hacernos gestos, sólo somos nosotros porlo que escribimos. Entonces, en ese sentido, sí somos diferentes en las redes a como lo somos en la vida real, porque no tenemos todas las herramientas, aunque nuestros planteamientos e ideas coincidan.

Muchos españoles están indignados ante la pésima situación política, sin embargo siguiendo esta receta podemos ver que tampoco abundan cuentas como la suya, con ese papel, de crítico humorístico. ¿Cuáles son los ingredientes para cocinar un personaje a lo Gerardo Tecé?

Pues no tengo yo una receta ni nada parecido. La realidad y la situación del país es tan estrambótica que hace muy necesario hacer crítica sobre ella y a la vez hace muy sencillo hacer humor en torno a ella. Así que la receta es coger a un montón de caraduras, dejarlos que ocupen el poder durante años y esperar a que cuezan.

¿La decisión de buscarse la imagen de un personaje, como he visto citar a ústed, “Gordo, calvo y feo” fue una búsqueda para pinchar la estereotipa realidad de los lectores?

Pues como soy yo el que escribe no estoy muy seguro de qué efecto tendrá la imagen del avatar en el que lee, ni siquiera sé si tendrá alguno. Pero cuando lo elegí no había intención premeditada. El de la foto es el actor Brian Baumgartner (acabo de buscar su nombre en Google, no te creas), aunque para mí es Kevin, de la serie The Office. Lo elegí por entrañable.


Siguiendo con este tema, llama la atención de cómo sus detractores buscan descalificarle a través de esta imagen como si ústed fuera el personaje. ¿Nos cuesta tanto a los twitteros diferenciar la realidad de la ficción?

Yo no tengo detractores, eso es algo que gastan los políticos, los futbolistas o Alex Ubago. Pero sí es verdad que de vez en cuando salta algún espontáneo que no está de acuerdo con tal opinión y me lo argumenta llamándome gordo o calvo. A mí me parece una buena manera de argumentar, me parece correcto. Y ahora que lo pienso, me está haciendo ilusión imaginar que hay mucha gente con la que me llevo bien en twitter con la que nunca he hablado del avatar. Si piensan que realmente soy el de la foto, me tienen que querer un montón, entiendo que se lleven tan bien conmigo, porque Kevin es muy querible. Intentaré que no descubran la verdad.


Una cuenta como la suya supone mucho trabajo y tiempo. ¿Qué objetivos tiene para que le compense mantener a Gerardo Tecé?

Pues siempre me lo dicen, pero no te creas. No es ni tanto tiempo ni tanto esfuerzo. Yo es que twitter lo uso como herramienta de información. Ahí sigo a muchas cuentas de medios de comunicación de todo tipo, periodistas, etc. Y entre que me informo y no, voy haciendo mi interpretación de lo que me interesa en mi cuenta. Es un poco como leer el periódico desayunando, y entre traguito y traguito de café, ir comentando en alto “cómo está el mundo, por dios”. Y objetivos no tengo ninguno. Es cierto que la cuenta en twitter me ha servido para, además de conocer a muchísima gente interesante, que me salgan algunos proyectos y cosas de trabajo. En ese sentido me ha venido genial y a ver si hay suerte y me siguen saliendo cosas.

Para terminar me gustaría que me dijera su opinión sobre el límite del poder de influencia de las redes sociales.

Es una pregunta muy buena. Pienso que las redes sociales son, además de una manera de comunicarnos, un medio de comunicación. No un medio de comunicación en el sentido formal, pero sí en el sentido funcional. Así que, como medio de comunicación hay que juzgarlas cuando ejercen de ello. Y como medio de comunicación tiene defectos y virtudes. Y creo que sus defectos son sus virtudes. Me explico para que mesentienda. Los medios tradicionales tienen un control, unos dueños, y responden a objetivos. Por tanto, la información que te van a trasladar va a ser muy profesional en el sentido de que va a llegar muy bien empaquetada. La realidad te viene ya montada por ellos. Sin embargo, en las redes te vas a encontrar, como en el Ikea, las piezas de la realidad sueltas. Eso es una putada porque hay que saber montarlas y tener ganas de hacerlo, pero al final estás participando en el proceso de información siendo tu propio editor.
Y su límite está donde queramos poner el límite a la confianza que tengamos en nuestro propio criterio, como receptores y como emisores de información. Yo, personalmente, y poniendo como ejemplo mi cuenta en twitter, te reconozco que he cambiado desde que el número de lectores empezó a hacerse mayor. Ahora, si enlazo una información u opino sobre algo, soy mucho más estricto que antes. No se me ocurriría (igual algún día cometo el error, pero intentaré que no pase) enlazar alguna información que me generara dudas, ya venga de un medio de comunicación con el que me identifique ideológicamente o no. Todo me lo leo, lo contrasto con otros medios, y cuando veo que es potable, me atrevo a lanzarlo. Resumiendo creo que el límite de poder lo marca eso, la confianza.

Muchas gracias por contestarnos.


Muchas gracias a vosotros, muy amables. ¡Un saludo y suerte!